Nació en el barrio de Candelaria el 29 de julio de 1780, de cuna humilde. Desde joven muy creativo e inteligente y no se dejaba influir por la doctrina española de sometimiento, su amor por los explotados y los pobres lo llevó a convertirse en líder de la lucha independentista, murió olvidado por los lideres pro-españoles salvadoreños en una cárcel de la isla caribeña de Jamaica el 14 de agosto de 1817.
Cohetero de oficio, en 1805 se caso con Francisca Alegría Aquino, con ella procreó cuatro hijos. Residieron por algún tiempo en Cojutepeque y en el barrio capitalino de La Merced, lugar donde el gran artesano, prestó su casa para las reuniones y se involucró de lleno en el movimiento popular que lanzó el grito rebelde independentista del 5 de noviembre de 1811.
Castillo participó activamente como preparador de líderes, organizador y coordinador general de la revuelta, y fue el vínculo de la unidad de todos los sectores en el movimiento independentista frustrado del 5 de noviembre de 1811, llamado el Primer grito de independencia de Centroamérica.
Castillo participó activamente como preparador de líderes, organizador y coordinador general de la revuelta, y fue el vínculo de la unidad de todos los sectores en el movimiento independentista frustrado del 5 de noviembre de 1811, llamado el Primer grito de independencia de Centroamérica.
Ese primer Grito de Independencia de Centro América se dio en San Salvador, y participaron los próceres: Pedro Pablo Castillo, José Matías Delgado, los hermanos Aguilar (Nicolás, Vicente y Manuel), Bernardo y Manuel José Arce, Juan M. Rodríguez, Domingo Antonio de Lara y muchos otros. Los hermanos Aguilar fueron unos grandes líderes populares de la Iglesia que fueron capturados por tal motivo. Dos fueron encarcelados y después de un tiempo liberados.
El movimiento del 5 de noviembre fue de gran avance en el logro de la independencia.
El movimiento del 5 de noviembre fue de gran avance en el logro de la independencia.
En ese acto se desconoció la autoridad española, se proclamó la autonomía de la Intendencia. Con ese movimiento fue depuesto el intendente provincial don Antonio Gutiérrez y Ulloa y se cambió a casi todos los empleados gubernamentales nominados por la corona española y se puso en su lugar a las autoridades católicas y oligarcas criollos que le dieron la espalda a España al ver que el movimiento insurrecto estaba avanzando en toda la región, y palparon la posibilidad de libertarse del dominio mercantil, de impuestos y explotador al que eran sometidos por la corona.
El prócer Manuel José Arce, pronunció un emocionado discurso el día 5 de noviembre de 1811 y en él proclamó solemnemente la independencia de Centro América, dijo: «No hay Rey, ni intendente, ni Capitán General, sólo le debemos obediencia a nuestro Alcalde». Sus palabras fueron recibidas con grandes demostraciones de júbilo por todos los patriotas.
La batalla armada se inició cuando obreros, estudiantes y campesinos organizados por Pedro Pablo Castillo confiscaron 3,000 fusiles y los fondos de las cajas reales, y con esto armaron un buen grupo para prepararse a luchar por la independencia.
Un mes más tarde después de una reunión, casi todos los líderes independentistas no le vieron futuro al proceso y abandonaron el intento, aceptaron el guante pacificador que les envió España desde Guatemala. Uno de los factores que culpaban eran los pocos fondos con que contaban las cajas reales y otro, las pocas armas, en comparación de la aplanadora española.
Con esas posturas, el movimiento en esa época se opacó. Castillo insinuó en proseguir la lucha y él consideraba que el único peligro para no lograr la independencia era el no lograr la unidad de las distintas gestas libertarias que ya soplaban otros sectores de las provincias. Ante las agresiones y amenazas de los españoles, aquel grito que buscaba ser la llama que incendiaría y unificaría las luchas soberanas y justas, se apagó y fracasó en su primordial objetivo, pero marcó en claro el camino que debían proseguir para lograr la victoriosa independencia centroamericana de España.
Con esas posturas, el movimiento en esa época se opacó. Castillo insinuó en proseguir la lucha y él consideraba que el único peligro para no lograr la independencia era el no lograr la unidad de las distintas gestas libertarias que ya soplaban otros sectores de las provincias. Ante las agresiones y amenazas de los españoles, aquel grito que buscaba ser la llama que incendiaría y unificaría las luchas soberanas y justas, se apagó y fracasó en su primordial objetivo, pero marcó en claro el camino que debían proseguir para lograr la victoriosa independencia centroamericana de España.
Castillo no se equivocó, a solo días que habían considerado algunos como no viable el proceso de independencia, en diciembre de ese mismo año, León, Granada, Rivas y otras localidades de Nicaragua se insurreccionaron, lo que vino a fortalecer el sueño de Castillo, un mes más tarde, enero del l812 estalla Tegucigalpa, y Juan Manuel Rodríguez junto a Castillo trabajan arduamente en un nuevo intento insurreccional, y en diciembre de 1813 se descubrió en Guatemala la Conspiración de Belén, acto que estaría coordinado con otros movimientos centroamericanos.
El "fracaso político" del 5 de noviembre hizo que muchos líderes desmayaran y se abrazaran a la corona, pero en Castillo no disminuyó el espíritu independentista.
Nuevos líderes y perspectivas para reorganizarse se buscaron, y el incansable trabajo de Castillo, su liderazgo y capacidad entre todos los ciudadanos lo llevó a ser electo alcalde segundo de San Salvador en 1814, junto con el primer alcalde Juan Manuel Rodríguez (Alcalde constitucional). En esta posición Castillo no descansó para organizar un nuevo intento y el ser Alcalde segundo le facilitó organizar junto al grupo que lideraba Manuel Rodríguez, el siguiente intento independentista que mostró un potencial avance de unidad y soporte de distintos sectores en la intentona del 24 de enero de 1814. Castillo fue señalado por las autoridades españolas como "el principal autor de la infame insurrección". La urgencia de lanzar el movimiento era que se había jurado en ese año la Constitución Española en el 1812, y las autoridades del país y la región centroamericana, prácticamente quedaron vendidas al aceptar sin tapujo la imposición.
Nuevos líderes y perspectivas para reorganizarse se buscaron, y el incansable trabajo de Castillo, su liderazgo y capacidad entre todos los ciudadanos lo llevó a ser electo alcalde segundo de San Salvador en 1814, junto con el primer alcalde Juan Manuel Rodríguez (Alcalde constitucional). En esta posición Castillo no descansó para organizar un nuevo intento y el ser Alcalde segundo le facilitó organizar junto al grupo que lideraba Manuel Rodríguez, el siguiente intento independentista que mostró un potencial avance de unidad y soporte de distintos sectores en la intentona del 24 de enero de 1814. Castillo fue señalado por las autoridades españolas como "el principal autor de la infame insurrección". La urgencia de lanzar el movimiento era que se había jurado en ese año la Constitución Española en el 1812, y las autoridades del país y la región centroamericana, prácticamente quedaron vendidas al aceptar sin tapujo la imposición.
El Alcalde constitucional de San Salvador Juan Manuel Rodríguez a través de diálogos y la influencia que tenía con los sectores de la iglesia, se metió a buscar conseguir el apoyo de otros líderes y sectores provinciales. En organizar la hora y los últimos detalles estaban, cuando la rebelión fue detectada por los jefes españoles y un poderoso ejército se abalanzó contra el movimiento. A causa de los ataque sobre el nuevo movimiento unitario de independencia y los nuevos líderes natos, y en especial en contra los lideres de San Salvador, Pedro Pablo Castillo, al mando de unos 150 hombres ocupó la parroquia de San Francisco (ahora Mercado Ex Cuartel, en San Salvador).
Con esa gesta San Salvador comenzó a arder, la gente salió a las calles gritando ¡¡libertad!! y luego las tropas españolas y servilitas centroamericanas llegaron a buscar la rendición de Castillo, pero no se entregó, y desde la parroquia San Francisco un grupo de jóvenes heroicos y combatientes por la independencia de El Salvador opusieron fiera resistencia militar a las tropas que intentaban sofocar la revuelta. La parroquia fue el centro de toda la atención. Castillo batido en duelo de balas con el jefe militar español Zaldaña, logró superar la lucha desigual y lo mató allí mismo enviándole un severo mensaje a las autoridades españolas y sus servidores lacayos que en un principio habían dicho que apoyarían el movimiento pero que después lo traicionaron( liberales-conservadores).
De acuerdo con Juan Manuel Rodríguez quien estaba al mando de otro grupo de patriotas armados y que ocupo importantes posiciones en la revuelta, Castillo puso resistencia militar a las tropas españolas y enfrentó a las mejores tropas realistas que intentaban sofocar el movimiento, hasta llegar a tomarse la parroquia San Francisco. Domingo Antonio de Lara, otro líder armado Cayó herido en esa intentona, luchando contra los españoles en otro barrio.
A Castillo las tropas españolas lo buscaban y llegaron desde Guatemala para buscar apresar o fusilar, a quien lo consideraban la cabeza del movimiento armado insurrecto contra la Corona Española.
A Castillo las tropas españolas lo buscaban y llegaron desde Guatemala para buscar apresar o fusilar, a quien lo consideraban la cabeza del movimiento armado insurrecto contra la Corona Española.
La llegada de más tropas de dominio español hizo retroceder a muchos líderes que habían sido puestos en el poder, y la división e indefinición entre ellos, principalmente en la oligarquía. Se agudizaron los debates entre luchar o dialogar que se le hizo difícil a Castillo de reforzar y unir el movimiento con otros sectores que estaban también luchando.
A estas alturas habían en el oriente movimientos que estaban luchando y lo mismo en el departamento de la paz, donde se escuchaban la resistencia Nonualca. A esto se sumaban los gritos en Nicaragua, Guatemala y Honduras.
Cuando las batallas arreciaron y los líderes católicos se sometieron "nuevamente" al mando español al no querer llamar a las autoridades católicas centroamericanas a apoyar el levantamiento, a Castillo no le quedó otra alternativa que resistir con los pocos que eran fieles. Su impulso del 24 de enero fue derrotado.
A estas alturas habían en el oriente movimientos que estaban luchando y lo mismo en el departamento de la paz, donde se escuchaban la resistencia Nonualca. A esto se sumaban los gritos en Nicaragua, Guatemala y Honduras.
Cuando las batallas arreciaron y los líderes católicos se sometieron "nuevamente" al mando español al no querer llamar a las autoridades católicas centroamericanas a apoyar el levantamiento, a Castillo no le quedó otra alternativa que resistir con los pocos que eran fieles. Su impulso del 24 de enero fue derrotado.
Si bien el movimiento era amplio y los lideres eran bastantes, al final todas las culpas del imperio español eran en contra de Castillo, él era el blanco, él era el líder indomable que no se dejaba someter ni manipular, él era el incansable y el que siempre estaba adelante dando la vida.
Por la razón de que Castillo mató al jefe de mando de las tropas españolas que cercaron la San Francisco, las autoridades le pusieron precio a la cabeza de Castillo y cercaron todo el barrio. En todo San Salvador los líderes de la nueva revuelta que no huyeron, fueron apresados y el nuevo intento independentista fue sofocado y sus promotores fueron reducidos a prisión. En horas de la tarde en distintos focos de San Salvador se escuchaban los disparos de resistencia de algunos compatriotas que entendían la necesidad histórica de liberarse de las garras del imperio de aquella época..
Por la razón de que Castillo mató al jefe de mando de las tropas españolas que cercaron la San Francisco, las autoridades le pusieron precio a la cabeza de Castillo y cercaron todo el barrio. En todo San Salvador los líderes de la nueva revuelta que no huyeron, fueron apresados y el nuevo intento independentista fue sofocado y sus promotores fueron reducidos a prisión. En horas de la tarde en distintos focos de San Salvador se escuchaban los disparos de resistencia de algunos compatriotas que entendían la necesidad histórica de liberarse de las garras del imperio de aquella época..
En la tarde del día 25, la orden de arresto en contra de Castillo fue publicada por bando militar en las cuatro esquinas de la Plaza Mayor de San Salvador (ahora Plaza Libertad) y fue despachada por cordillera hacia San Vicente, San Miguel, Suchitoto, Chalatenango, Zacatecoluca, Usulután y Santa Ana.
Con un panorama así, los únicos contactos entre Castillo y el movimiento eran algunos curas, pero en luchar y resistir hasta derrotar a las tropas españolas, las voces de Castillo y Rodríguez no eran apoyadas por alguna clase líder de San Salvador, más con una revuelta que había sido silenciada y vencida por los españoles nuevamente, con un movimiento en desbandada y los lideres fieles a la independencia huyendo o presos, y con esa clase criolla que ya se asomaba como la futura explotadora de los pobres y que estaba en contra de los ideales de una independencia soberana y que se oponía a la libertad de los esclavos, una clase que al mismo tiempo no apoyaban a Castillo y al movimiento independentista, y acosado por las tropas del Imperio Español y regional, a Castillo no le quedó alternativas y con los combatientes lograron salir de la parroquia San Francisco.
Con un panorama así, los únicos contactos entre Castillo y el movimiento eran algunos curas, pero en luchar y resistir hasta derrotar a las tropas españolas, las voces de Castillo y Rodríguez no eran apoyadas por alguna clase líder de San Salvador, más con una revuelta que había sido silenciada y vencida por los españoles nuevamente, con un movimiento en desbandada y los lideres fieles a la independencia huyendo o presos, y con esa clase criolla que ya se asomaba como la futura explotadora de los pobres y que estaba en contra de los ideales de una independencia soberana y que se oponía a la libertad de los esclavos, una clase que al mismo tiempo no apoyaban a Castillo y al movimiento independentista, y acosado por las tropas del Imperio Español y regional, a Castillo no le quedó alternativas y con los combatientes lograron salir de la parroquia San Francisco.
Enterado de que las autoridades habían establecido una recompensa de 500 pesos por su captura, se trasladó por pocos días a una propiedad que poseía en la jurisdicción de Huizúcar. Mientras tanto, su casa, muebles y demás bienes fueron destruidos o incautados por furiosas turbas pro españolas, las que también lanzaron a la calle a su esposa y vástagos. Poco menos de un año más tarde, Francisca de Castillo murió de fiebre puerperal, tras dar a luz a su quinto descendiente.
La recompensa por la cabeza de Castillo estaba en todos lados, lo hacían parecer como un demonio, como criminal, como un violador de todas las leyes.
La recompensa por la cabeza de Castillo estaba en todos lados, lo hacían parecer como un demonio, como criminal, como un violador de todas las leyes.
El intento de capturar a Castillo no cesó, en todo Centroamérica se conoció el precio sobre su cabeza, y aunque vivió unos días en el anonimato, su nombre volvió a la luz cuando se supo que por las persecuciones fue a refugiarse a la Iglesia Parroquial de San Salvador (ahora Iglesia del Rosario), protegido por uno de los presbíteros Aguilar. Hasta allí llego también a refugiarse Juan Manuel Rodríguez, gran fiel a la causa de la independencia.
Con El Rosario cercado por las tropas españolas, se dice que Castillo y Rodríguez con la ayuda protectora los curas se entregaron o fueron entregados, al parecer a cambio de que no capturaran a los hermanos Aguilar y de que se decretase la libertad de todos los prisioneros de la gesta independentista. Ya capturados fueron encarcelados, torturados, procesados y Castillo fue enviado prisionero exiliado hacia Jamaica, para dispersar el ya silenciado movimiento popular salvadoreño.
Con el nombre de Juan Sánchez. Probablemente dado por los españoles para borrar su identidad dentro de las cárceles, Castillo es enviado hacia La cárcel de Jamaica, vía Honduras donde lo mantienen por dos meses en una cárcel del cuartel de Omoa y luego a Castillo lo envían hacia Belice con destino a la cárcel de Jamaica, lugar donde permanecen presos y a donde enviaban a morir a muchos líderes independentista de toda América. El libertador Simón Bolívar llegó desterrado a Jamaica en 1815 donde permaneció por 7 meses. En ese periodo hay diferentes movimientos en Jamaica entre dominios franceses e ingleses por dominar la isla. Muchos esclavos que intentaban incendiar la ciudad de Kingston permanecían presos aún a la llegada de Castillo y fueron compañeros de cárcel. El gobernador de la Isla era el Duke of Manchester y también tenía el titulo de Viscount Mandeville, y era un hombre que trataba bien a los que luchaban contra España. Una misión Bautista recién fundada en la isla era la que daba especial tratamiento a los prisioneros. En ese periodo se libro la Batalla de Waterloo. Jamaica continúo en poder inglés.
Pedro Pablo Castillo murió exiliado, enfermo de fiebre, y olvidado en la cálcel de esa isla caribeña en Jamaica en un 14 de agosto de 1817, sin ver logrado su sueño de un país independiente, sin saber si los prisioneros independentistas habían sido liberados, y tratando de averiguar la suerte de José Celis y la de Rodríguez. Para muchos el ser llevados a Jamaica, por la distancia significaba imposible el retorno, aunque habían mejores garantías de vida aun presos, ya que la isla no estaba bajo dominio español, aunque la corona le pagaba por mantener prisioneros.
Cabe señalar que ninguno de los nuevos "próceres" que surgieron en el 1816 y que buscaban independizarse de España, ninguno durante el proceso se interesó en rescatar o exigir la libertad de Pedro Pablo Castillo, ni mucho menos retornarlo. Conste que en 1816 ya estaban flotando y brillando la nueva camarilla de "próceres" que izaron el acta de soberanía. El único que le hizo méritos en una parada militar cuando se formaba el ejército criollo libertario fue el General José Arce, y quien rescató en cierta forma para la historia, con esmero y admiración, la dedicación y heroísmo de Pedro Pablo Castillo, quien desde muy joven se entregó de lleno con toda su capacidad y creatividad, a la noble causa y sueño de todos los que hoy nos consideramos salvadoreños. El General Francisco Morazán busco acercarse a los familiares de Castillo, los conoció y le dio trabajos gubernamentales a uno de sus hijos.
Para el tiempo de la guerra civil, el FMLN honró denominando a uno de sus comandos revolucionarios: Pedro Pablo Castillo.
Para el tiempo de la guerra civil, el FMLN honró denominando a uno de sus comandos revolucionarios: Pedro Pablo Castillo.
Castillo y Rodríguez, dos ejemplos de dignidad y soberanía, aunque su final fue distinto. Rodríguez logró la libertad y su influencia en la clase adinerada y las cercanas a la corona le dieron simpatía en otros sectores que no estaban de acuerdo a seguir bajo el dominio español. Ya firmada la independencia, en Abril de 1824 es investido del alto cargo de Primer Jefe de Estado de El Salvador. viajó a otros países y por su procedencia de familias adineradas, logró que sectores oligarcas apoyaran la causa independentista. Llevó a Washington,D.C. la primera misión diplomática salvadoreña, en unión de Manuel José Arce, Rafael Castillo, Cayetano Bedoya y Manuel Zelago. A partir de esa fecha se abrieron caminos comerciales con la zona de Norteamérica. Al final murió en paz en Cojutepeque, honorado y aplaudido por todos los líderes de la nueva república de El Salvador.
Para algunos, el pecado de Rodríguez fue olvidarse de Castillo, pero Rodríguez estuvo apoyando y supliendo todo lo necesario que necesitaba Castillo en los momentos de batalla y de preparatoria insurreccional. Rodríguez se sumó a la lucha y enfrento heroicamente a los españoles al sur de San Salvador, su grupo siempre estaba bien armado. Después de ser capturado y lograr salir libre, sin descansar siguió después los pasos de buscar la unidad de los otros sectores, los sectores que Castillo dijo eran necesario para lograr la independencia, pero algo que Rodríguez no captó, fue que los nuevos próceres y amigos buscaban un comercio distinto que los convirtiera en los nuevos dueños de El Salvador. Pero Rodríguez murió limpio, habiendo dado de sí todo lo que pudo.
En las actuales condiciones del mundo,
La patria para los trabajadores
sòlo existe en aquellos países
donde los trabajadores conquistaron el poder…
...En las sociedades dividas en clases
(o sea en el llamado mundo "libre"),
en los países donde hay pobres y ricos
(o sea en el llamado "occidente cristiano")
la patria es para los explotadores
el lugar donde ejercen principalmente su explotación
(o sea, donde tienen "el asiento principal de sus negocios")...
...Los trabajadores, los pobres salvadoreños;
los trabajadores, los pobres hondureños;
los trabajadores, los pobres guatemaltecos;
NO TIENEN PATRIA...
...Aunque toda la riqueza nacional
fue labrada con la sangre, y el sudor de sus pueblos, de sus trabajadores...
...Los explotadores son tan dueños de esas patrias
que cuando sus contradicciones se hacen críticas
echan a pelear entre sí a sus respectivos pobres.
Los trabajadores y los pobres
solo tienen un medio para tener patria:
...En las sociedades dividas en clases
(o sea en el llamado mundo "libre"),
en los países donde hay pobres y ricos
(o sea en el llamado "occidente cristiano")
la patria es para los explotadores
el lugar donde ejercen principalmente su explotación
(o sea, donde tienen "el asiento principal de sus negocios")...
...Los trabajadores, los pobres salvadoreños;
los trabajadores, los pobres hondureños;
los trabajadores, los pobres guatemaltecos;
NO TIENEN PATRIA...
...Aunque toda la riqueza nacional
fue labrada con la sangre, y el sudor de sus pueblos, de sus trabajadores...
...Los explotadores son tan dueños de esas patrias
que cuando sus contradicciones se hacen críticas
echan a pelear entre sí a sus respectivos pobres.
Los trabajadores y los pobres
solo tienen un medio para tener patria:
hacer la revolución. (Roque Dalton, 1935-1975)
Aqui les dejo con un video que, resume parte de nuestra historia, cantada por el rapero revolucionario Juan Cuzcatlán.
Texto base tomado de Revista El Torogoz
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