10/10/12

¿Encuentro de dos culturas? ¿Descubrimiento de América?¿Día de la raza o hispanidad? o ¿Día del genocidio americano?




Son varios los eufemismos con los que se suele llamar al 12 de octubre, lo cierto es que los vencedores jamás han permitido que los vencidos le pongamos nombre al día del inicio del mayor genocidio jamás visto en la historia de la humanidad. Los libros de historia nos dicen que ni aun cuando cayó finalmente el Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino) luego de XV siglos de dominio, se pudieron contar tantos asesinatos como los que dejó el imperio católico-español en suelo americano, en tan solo doscientos años.

Eduardo Galeano, en Memorias del Fuego (I, II y III) y en Las Venas Abiertas de América Latina, cuenta, y en algunos casos con detalle, que para 1492 (año de la invasión) de casi 90 millones de americanos que habitaban buena parte del continente solo quedaron unos 4 millones, dos siglos después. Cruz y espada en mano, y en el nombre del dios hebreo, saquearon, desaparecieron ciudades culturales, destruyeron más de un 50% del medio ambiente, contaminaron ríos y lagos, violaron niñas y niños, en fin, aniquilaron con lujo de barbarie a más de un 90% de la población nativa.

Algunos años después de la llegada de los hombres de lengua castellana, piel blanca y negras barbas a las islas del Caribe, los hombres de lengua inglesa y de barbas rubias terminaron de hacer lo suyo en la parte norte del continente. Protestantes y católicos descuartizaron sin piedad a diestra y siniestra, y cuando faltó la mano de obra, no dudaron en ir a secuestrar adolescentes africanos para repoblar sitios como el Caribe, donde prácticamente desaparecieron a su población original.

A nosotros los vencidos ninguna frase de las que encabezan este artículo nos gusta. “Día de la raza”, es absurdo porque, raza solo hay una, y es la humana; “Encuentro de dos culturas” tampoco, porque los vencidos somos quienes fuimos al encuentro, ellos, los europeos, fueron al choque; y “Descubrimiento de América” suena aun más tonto, porque ¿acaso no habían habitantes antes de la invasión, o es que estos no tenían ojos para ver lo que allí teníamos? Para los pueblos un término que puede sonar más lógico quizá podría ser: “12 de octubre, el día maldito” o “Día del genocidio”.

Para los latinoamericanos es un insulto que el día más triste de nuestra historia, se vea desfilar por las principales calles de Madrid a los militares españoles acompañados de aviones y tanques alardeando de su Orgullo NAZIonal. En el desfile ondula la bandera imperial española, la misma que usan los seguidores franquistas del Real Madrid y es la misma que usa el fascista Partido Popular en sus mítines. Es toda una apología del terrorismo.
Los latinoamericanos que hemos venido a recuperar a España una ínfima parte de los que nos han expoliado, exigimos al actual gobierno que así como ha considerado algunas frases como “enaltecimiento” del terrorismo, que el “Viva España” y el “Viva Franco” sean igualmente castigadas.

El saqueo español no ha terminado, hoy no desembarcan en carabelas (“calaberas”), sino en modernos y lujosos aviones las multinacionales (Repsol, BBVA, Telefónica, Zara, Telepizza, R. Madrid, Santander, Iberdrola, Unión Fenosa, etc.) capitaneadas por el poder político y apoyadas por sus similares empresas de USA y resto de la Unión Europea. Sus objetivos son los mismos: el saqueo, solo que en vez de espejitos ahora nos dan fútbol, pizzas, y móviles.

Este neoliberalismo español cuando ve amenazada una mínima parte de sus exorbitantes ganancias, por gobiernos que tratan de recuperar sus recursos y devolvérselos al pueblo, se auxilia de sus secuaces gringos para cargárselos (Honduras y Paraguay recientemente) y a los que logran resistir, (Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia) los desacreditan por medio de sus poderosos MIEdos de comunicación, acusándolos, cuando menos, de dictaduras terroristas.

Cuando menciono “europeos vencedores” en este artículo quiero explicar que excluyo a l@s ciudadanos vascos, españoles, ingleses, portugueses, etc., de a pie, que al igual que sus antepasados empobrecidos no tuvieron absolutamente nada que ver con el etnocidio americano.

Desde esta trinchera, aprovecho, antes de despedirme, para dar las agracias en nombre de todas las víctimas americanas a l@s internacionalistas vascos y españoles de buena fe que han ayudado los procesos de liberación en Américalatina, en especial a dos personas que siempre pasan desapercibidas por la historia oficial: Manuel (el cura) Pérez, fallecido en la selva colombiana y Begoña García, caída en combate en las montañas de El Salvador.

Tony Segovia.