Este 10 de mayo se cumplen 35 años del asesinato del mejor poeta salvadoreño que la historia parió. Eternos Indocumentados, estando inspirado en su amplio legado, no podía quedarse atrás en su recuerdo. Humildemente hemos dedicado una pequeña biografía de nuestro insigne poeta.
Roque Dalton García, nació el 14 de mayo de 1935 en San Salvador (El Salvador), tres años después de la insurrección campesina, que violentamente había sido suprimida y dejado como saldo más de 32,000 indígenas y obreros muertos, entre ellos a nuestro gran Farabundo Martí.
Sus padres fueron, el caza fortunas y millonario estadounidense Winal Agustin Dalton y la humilde capitalina enfermera, María García Medrano. Según lo refirió Huezo Mixco, en unos de sus libros, aquella improbable relación entre dos personas provenientes de dos mundos socialmente tan dispares ocurrió fortuitamente, cuando Mr. Dalton fue internado en el Hospital Rosales a raíz de un altercado. María curó sus heridas, el millonario la cortejó y de esa unión nació, – como muy bien dice el poeta español, Enrique Falcón - el mejor poeta revolucionario de la historia centroamericana.
Roque, estudió en los mejores colegios católicos de la capital salvadoreña, ayudado económicamente por su padre y por los malabares económicos de su madre, una mujer muy cristiana. Cuando Roque cursaba los primeros años de escuela, ya destacaba como alumno sobresaliente, ganándose así la simpatía de los jesuitas que dirigían los colegios por los que pasaba.
En esos mismos años y cuando la segunda guerra mundial terminaba, en El Salvador, el escenario cultural y literario, a consecuencia de los años de represión militarista, se iba transformando, pasando desde un simple antifascismo, hasta el tan anhelado socialismo. De todo esto, Roque nunca pasó inadvertido.
A principios de 1950 nace la generación comprometida, en la que Roque años más tarde formaría parte, con un núcleo de escritores bastante nutrido, entre los que destacan Álvaro Menéndez Leal, Ítalo López Vallecillos y Waldo Chávez Velasco. En 1953, cuando ya Dalton llevaba algunos años escribiendo poesía, recibe el primer reconocimiento público, de parte de su profesor de literatura, el jesuita, Alfonso de María Landarech.
Cuando el incipiente poeta termina su bachillerato, en marzo de ese mismo año, decide viajar a Chile para estudiar abogacía, ayudado, en parte, por los jesuitas, a
Para esos meses de universitario en Suramérica, y colaborando para la revista de su universidad, intenta entrevistar al famoso muralista y comunista mexicano, Diego Rivera. En Radio Habana, años más tarde, contaría Dalton que, antes de la entrevista, el muralista le preguntó: por su edad y por sus cocimientos del marxismo; Dalton respondió que tenía 18 años y que nunca había leído esa filosofía alemana. El mexicano, furioso le echó del salón donde se desarrollaría la entrevista, diciéndole que tenía 18 años de ser un imbécil. Este golpe moral, marcaria el resto de su vida y lo obligaría a estudiar a fondo los libros de Carlos Marx.
Un año más tarde, “el unicornio azul” regresa al “pulgarcito”, y continúa sus estudios en
En san Salvador, el 15 de diciembre de 1959 Roque es apresado por primera vez, luego de haber abucheado, como líder estudiantil, un desfile militar que conmemoraba el golpe de estado de 1948. Cobró su libertad el 7 de enero de 1960.
Meses después de su primera captura, contrae nupcias con su amiga de infancia Aida Cañas, con quien además procreó tres hijos Roque Antonio, Juan José y Jorge. El primero, (Roquito) caería combatiendo como guerrillero del FMLN, en las heroicas montañas de Chalatenango en 1981. Los otros dos se dedican al periodismo y al cine respectivamente.
Ese mismo año el gobierno salvadoreño, presidido por el coronel Lemus, arrecia su represión militar contra sindicatos y estudiantes, Dalton al verse amenazado se esconde, pero el 13 de octubre es descubierto y capturado nuevamente por
Antes de diciembre con un golpe de estado, cae el gobierno, y Dalton recupera su libertad, pero pocos meses más tarde y El Salvador con nuevo gobierno, este es expulsado del país. Dalton se refugiará en México. Años más tarde, un oficial de alto rango de la policía, comunicaría que Roque en prisión había sido condenado a
Estando en México, se inscribe en
Cuando empieza a viajar a Cuba, como representante político del PCS, por las amistades que ahí tiene, y seducido por la revolución, decide trasladar su domicilio al país caribeño. En esos días comienza su relación con Casa de las Américas. En esta sede cultural, publica El turno del ofendido, llegando a recibir mención honorífica. En este país, además de adiestrarse en el universo literario, lo hace en el campo militar.
Con el apoyo de Cuba en 1964, y bajo los lineamientos del PCS, regresa clandestinamente a El Salvador para participar en la organización de la lucha armada. Pero la vida bohemia de Roque, mas la ayuda de
Luego de pasar un tiempo por Guatemala y México, en 1965 finalmente regresa a Cuba.
Después de haber realizado algunos viajes por Europa, como representante del PCS, decide radicarse con su familia en Praga (1966). En la capital checoslovaca, conoce al popularísimo Regis Debray, y entrevista al luchador salvadoreño afincado en Moscú, el dirigente obrero-campesino, Miguel Mármol, que milagrosamente se había salvado del genocidio del 32, y que en esa época se encontraba de viaje por el centro de Europa.
En Praga termina, Taberna y otros lugares, libro que a posteriori fuera premio internacional de Casa de las Américas, su principal y obra maestra.
El 1968, Roque, que veía para esos años la lucha armada como única solución al conflicto salvadoreño, cuestiona duramente la posición quietista de los líderes del PCS, tildándolos de pusilánimes. Meses después solicita su exclusión del PCS, y vuelve con su familia a Cuba.
Ese mismo año entrevista al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, y rompe además su relación con Casa de las Américas (1970). Al dejar la institución, pasa a trabajar para
El poeta revolucionario, para esas fechas, ya buscaba incorporarse a la lucha guerrillera latinoamericana, de hecho al comandante Marcial le solicitó ingresar a las FPL, pero este le recomendó que sería más útil como propagandista marxista, que combatiente militar. Días después a la entrevista con Marcial, y por medio del gobierno cubano, se reúne con el comandante Sebastián, o Alejandro Rivas Mira, miembro fundador del entonces naciente grupo guerrillero salvadoreño de ideología socialdemócrata, Ejército Revolucionario del Pueblo ERP. Cuba estaba ya apoyando esta organización, pero necesitaba un enlace de confianza. El enlace sería pues, Roque Dalton.
El día de navidad de 1973, Roque regresa de nuevo clandestinamente a El Salvador, para incorporarse al ERP, como asesor en materia de comunicación político-militar, bajo el seudónimo de Julio Delfos Marín o Julio Dreyfus. Su rostro ya no era el mismo, había sufrido un cambio de imagen. Dalton se había sometido a una cirugía plástica, practicada por el equipo médico que preparó el ingreso del Che Guevara, a Bolivia.
A poco más de un año de haber iniciado su labor como asesor y propagandista del grupo guerrillero, junto a la combatiente Lil Milagro y Armando Arteaga, es secuestrado por el mismo grupo insurgente en el que militaba. Infundadamente fueron acusados de conspiración y subordinación. La primera, compañera sentimental del poeta, quedó en libertad, pero días después, desertó de la organización y se refugió en
El 5 de mayo se les inició el “juicio sumario”, imputándoles otro impúdico cargo: colaborar con
Luego de los asesinatos abandonaron sus cadáveres en el lugar conocido como el playón, al sur de la capital. Los restos de Roque y Arteaga nunca fueron encontrados ya que fueron devorados por perros y las aves de rapiña. Los asesinos de Dalton, que en principio se consideraban ideológicamente “socialdemócratas” y ahora de Derechas, son los pérfidos ex comandantes: Joaquín Villalobos, Rivas Mira, Jorge Melendez, Eduardo Sancho, y Vladimir Rogel. Los dos primeros, decidieron la ejecución.
Atilio, seudónimo de Villalobos, en 1993 concedió una entrevista a cerca del asesinato a Juan José Dalton, que fue publicada en el periódico Excélsior de México. En esta entrevista aunque reconoció que el crimen fue “un error de juventud” no mostró arrepentimiento ni mucho menos pidió disculpas a sus familiares. Atilio, “paradójicamente”, quien acusó a Dalton de colaborar para
A 35 años de la desaparición física de Roque, sus asesinos aún no pagan por el crimen, pero desde este humilde blog, seguiremos denunciándolos, hasta que se haga justicia.
CUANDO SEPAS QUE HE MUERTO, NO PRONUNCIES MI NOMBRE
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