25/3/09

FUNES Y LOS MEDIOS ANALIZADOS POR JULIO CANALES


Julio Canales.

Es veinticinco de marzo del año 2009, recién pasó una de las elecciones que sin duda en el año que se recuerde se recordará como histórica en El Salvador.

De no ser porque me da nauseas, y porque recuerdo inmediatamente que las elecciones ya las ganó el FMLN, me diera júbilo hablar con el 99% de los compatriotas que hablo y que me dicen que votaron por Mauricio Funes.

Los ciudadanos comunes hablan en la calle que el “huracán rojo”, “que los comunistas demonios come niños” y “la arrebatadora hoguera de los que se llevarían el país” eran falsas leyendas de abuelas asustadas del 32 y que gracias a Dios ganó el FMLN y no pasó nada.

La paz es ahora más disfrutable y el ambiente es de seguridad ante un ciclón anunciado con la abominable similitud a la visita de marcianos exterminadores de la raza humana, más al estilo de las películas del “santo” de México que siquiera a Hollywood.

A mi gente, Por ser víctimas de víctimas, se le perdona. Por ser privados de libros de la verdadera historia y provistos de sacras novelas de héroes celestiales, se les perdona. Por ser directos sujetos a amenazas, se les perdona.

A quienes no se les debe perdonar es a quienes han contado las injusticias, medido la impunidad, retenido y, peor aún, distorsionado la realidad.

Por lo tanto, los que han omitido la calamitosa realidad y menos aún, los que gritaron que la patria era nuestra mientras sabían que se llevaban lo último y hasta el último momento, estos, jamás deberán ser perdonados.

Ahora, Enrique Altamirano (raro nombre de patrón de telenovela que se coge a la sirvienta), será capaz de poner una Fe de Errata a toda la canana de “editoriales” que escupió en contra del FMLN, y en contra de la realidad triste de la gente de El Salvador.

Ahora, Boris Eserscky, que por cierto ya tiene nombre de zapato sucio, bajero y gringo, tendrá la cara para más que salir en la gala final de “espacio para la idiotización juvenil con fines políticos”, y decirle cara cara al vicepresidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, asesino, sin necesidad de poner a sus culebras burguesas de mesón como los presentadores y presentadoras (como la rependejamente guapa Mónica Ianuzzelli, Casamiquela, Tataglia, etc., depende del marido en turno) para que den la cara por la maquinaria televisiva contra ciudadano más grande de la historia de El Salvador, TCS. Él, su afeminado hijo y la directiva de este canal, tienen la obligación moral de desmentir los terrores que a diario metían como noticias, cuando en realidad era el asesino confeso de Rodrígo Ávila el que contaba sus paranóicos cuentos de comunismo.

Porqué tomar el tiempo de exigir compensaciones a los medios después de la campaña de terror que ejecutaron:

1) Ellos son directamente los responsables de la inestabilidad económica y laboral durante este período. Ellos son los responsables de que miles de personas perdieran sus empleos bajo el salveque que solo es una muestra de lo que pasaría si Funes ganaba las elecciones.

2) Para los medios de difusión masiva debe ser permitido sentar posición política que pueda generar apocalípticas expectativas de nación. Si no, un día se les ocurrirá anunciar el fin del mundo y generar suicidios masivos o anarquías generales. No es caricatura, ya ha pasado con pequeñas iglesias que inducen a sus feligreses a auto flagelaciones o muerte

1 comentario:

francisco giammattei dijo...

HEY NO SABIA QUE TENIAS BLOG!!!

OK TE ESTARE VISITANDO AL RATO PARA CHEQUEAR TUS APORTES AL CAMBIO!!

SALUDOS!!!