1/10/08

INMIGRACIÓN, ROMPAMOS LOS MITOS Y LOS MUROS. (XENOFOBIA =IGNORANCIA)

En los últimos meses hemos visto un preocupante retroceso en el trato a los inmigrantes en Europa. Luke Stobart responde a los argumentos racistas que se utilizan para justificar esta situación.

El Parlamento europeo, apoyado por casi todos los eurodiputados del PSOE, ha aprobado una directiva para agilizar la expulsión en masa de los sin papeles, así como para alargar el período de detención, hasta 18 meses. En la última campaña electoral el PP, en un intento desesperado por ganar votos, intentó culpar a los inmigrantes de los problemas sociales que él mismo, y su sucesor en el gobierno, habían creado.
Ante la nueva crisis económica, el gobierno del PSOE también ha querido dar un giro de tuerca sobre las y los inmigrantes, anunciando que impedirá la reagrupación familiar en el caso de padres y suegros, así como fomentando la idea de que los inmigrantes son la causa de la crisis, ofreciéndose a pagarles para que vuelvan a su país de origen en caso de perder el empleo.
Mientras tanto, un giro antiinmigrante mucho más dramático sucede en Italia. Estos retrocesos están “justificados” por una visión muy extendida: el proceso migratorio es “problemático” y por tanto sólo merece ser controlado.
Esta visión, no obstante, se basa en una serie de mitos e incoherencias que intentaré detallar a continuación.

¡Que vengan los extranjeros ricos!

La primera incoherencia es que hay personas que entran al Estado sin estar sujetas a ningún control y cuando se quedan aquí a vivir ni siquiera se las trata como a “inmigrantes”.
Ejemplo de ello son las superestrellas de fútbol, los empresarios o los turistas adinerados del norte (o sea, los ricos).
Existe, por tanto, un filtro económico, que por supuesto no intenta frenar los bienes y capitales, los cuales tienen total libertad para viajar por el mundo. El filtro también es racial, ya que un blanco norteamericano o australiano sin permiso de residencia sufre menos acoso policial (o mediático) en Europa, a diferencia de las personas gitanas o “de color”, incluso si estos últimos son comunitarios.
Otro ejemplo del racismo es que se cuestiona si los inmigrantes extracomunitarios “se están integrando”, mientras que los centenares de miles de europeos del norte residentes en la costa siguen sin demostrar mucho interés en aprender ni tan siquiera el idioma del reino y parece que a todos nos viene bien.
La cuestión entonces es: ¿por qué no se aplica la misma regla a todos los extranjeros?
“No cabemos”
Recientemente un dirigente del PP dijo que se tenía que poner más freno a la inmigración porque, según el, “no cabemos”. Esta idea obviamente no se corresponde con los límites físicos del país, que en general está muy poco poblado.
No obstante, la idea de que estamos ante una presión migratoria masiva encuentra su hueco entre un sector importante de la población. La realidad es bastante diferente.
Aunque sí es cierto que en los últimos años ha habido un flujo migratorio relativamente grande (en comparación con la afluencia a otros países europeos en la actualidad y con la que recibió el Estado español en épocas anteriores), tampoco es un fenómeno inédito en términos históricos.
En la primera mitad del siglo XIX, por ejemplo, la población de Estados Unidos se duplicó varias veces gracias a la inmigración; y antes de la Primera Guerra Mundial hubo enormes movimientos de personas de Asia a Occidente, y del Estado español a Francia, entre otros casos.
La percepción de que el volumen de inmigración es mayor de lo que realmente es, la fomentan los medios de comunicación.
Por una parte, incluyen en las cifras de inmigración los extranjeros comunitarios normalmente “invisibles” y que forman un tercio de todos los residentes no nativos.
Por otra parte, los medios y los políticos utilizan palabras incendiarias cuando se refieren a la población inmigrante, creando la idea de “invasión”.
Por ejemplo, frecuentemente para hablar incluso de grupos muy reducidos de inmigrantes se usan los términos como “avalancha” u “oleada” y en los periódicos más rancios, “hordas”; palabras que también tienen connotaciones violentas. Un artículo reciente en El País se tituló “70 inmigrantes entran en Melilla en avalancha”, lo que de por sí es una contradicción.

“Demasiado diferentes”

A menudo se argumenta, a veces de forma implícita, que la inmigración “a gran escala” conduce inevitablemente a grandes conflictos sociales. Según el politólogo “comunista” Jorge Verstrynge y sus colaboradores —cuyo polémico Informe sobre la Inmigración (incomprensiblemente, publicado en la revista de izquierdas, El Viejo Topo) fue recibido favorablemente por sectores de la derecha fascista— tales conflictos surgirían porque el racismo es intrínsico a los seres humanos.
Es un argumento ampliamente desprestigiado: en parte debido a las conclusiones de la investigación genética, que ha desmontado la idea de la existencia misma de “razas distintas”; y en parte por el recuerdo del Holocausto nazi, que llevó la teoría del “racismo científico” a sus últimas consecuencias.
No obstante, la idea de irresolubles “diferencias” entre personas debido su “cultura” o “religión” sí tiene una cierta aceptación social — por ejemplo con respecto a la comunidad musulmana desde el 11-S— y muchas veces esconde el desacreditado racismo “científico”.
La brecha cultural es muy exagerada, pues hay mucha más variedad en las formas de vida entre las clases, los individuos, etc., de una nación, que entre diferentes grupos étnicos o nacionales.
La división religiosa también es algo artificial, que está alentada por una clase dirigente occidental que ve que dar una imagen de los musulmanes como más violentos, ilógicos, reaccionarios, etc., ayuda a justificar las ocupaciones de sus tierras.
Son ideas que tampoco superan la prueba histórica, pues hay muchos ejemplos de convivencia harmoniosa entre musulmanes, cristianos y judíos, uno de los más destacados lo encontramos en el régimen musulmán de Al Andalus.
Además, igual que hoy en día encontramos actitudes racistas y xenófobas entre la población autóctona, también encontramos alentadoras muestras de solidaridad con los inmigrantes.
Ejemplo de ellas son los miles de playistas en Tenerife que recibieron a 200 africanos enfermos, llegados en “pateras”, con botellas de agua y toallas, o el centenar de pasajeros de RENFE en Girona que se amotinaron contra un inspector racista, ofreciéndose para ser detenidos en solidaridad con el pasajero negro al que éste acosaba.
Otro argumento planteado por Verstrynge, así como por el politólogo de izquierdas Vicenç Navarro, es que mucha inmigración conduce inevitablemente al avance de la extrema derecha. Según ellos, es lo que ha pasado en Francia con Le Pen. Este argumento choca con el hecho de que en países con una trayectoria de inmigración similar a Francia o Italia, como por ejemplo Gran Bretaña, los fascistas no han avanzado de manera parecida.
Además, la visión simplista de Navarro y cía. pasa por alto los factores sujetivos que hicieron posibles los éxitos de Le Pen: una larga historia de racismo institucional (especialmente a raíz de la Guerra de Argelia); el abandono por parte del gobierno socialista de Mitterrand de su programa de transformación social; así como la adopción por parte de los principales partidos (el Partido Comunista Francés incluido) de elementos del discurso racista del Frente Nacional en respuesta al avance de éste.
Tal experiencia demuestra que el racismo extremista no es el fruto inevitable de los cambios “étnicos” en el seno de la sociedad europea; una posición que equivale a culpar a los inmigrantes de la opresión que sufren.
“Colapsan los servicios públicos”
“Las urgencias están colapsadas por los inmigrantes” declaró el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, durante la última campaña electoral, a la vez de culpar a los inmigrantes por los problemas en la enseñanza.
Es cierto que los servicios públicos están colapsados, pero no se debe para nada a la inmigración. Desde hace tiempo el Estado de bienestar padece una falta de inversión histórica, que las políticas privatizadoras de sucesivos gobiernos no han hecho más que agravar.
Además, la idea de Arias Cañete parte de una suposición racista: que los inmigrantes tienen menos derecho a recibir las prestaciones de salud, al caer enfermos, que los autóctonos. Esto es muy grave si tenemos en cuenta que, en parte debido a la discriminación, sufren de la pobreza y el impacto de la crisis actual desproporcionadamente, lo que les hace depender más de las ayudas sociales.
Dicho esto, en los últimos años los inmigrantes han hecho una contribución neta al Estado de bienestar: reciben proporcionalmente menos en prestaciones que lo que dan en contribuciones a la Seguridad Social. Concretamente, a pesar de representar el 8,8% de la población, perciben tan sólo el 6,6% del gasto en educación y el 4,6% en sanidad.
Se calcula que el año pasado la contribución neta de los trabajadores inmigrantes a las arcas del Estado fue de 5.000 millones de euros, lo suficiente para pagar un millón de pensiones. Estas cifras chocan frontalmente con el discurso demagógico del PP.

¿Inmigración versus clase trabajadora?

Hay quienes desde la izquierda se cuestionan si la inmigración es positiva para las élites y negativa para la clase trabajadora: entre ellos Albert Recio, en un artículo en Viento Sur, una publicación que normalmente destaca por sus buenos análisis sobre la cuestión migratoria. En parte, estas posturas y su aceptación entre un sector de la izquierda responden a que, a veces, los empresarios defienden la inmigración como una vía para aumentar la “flexibilidad” y contener los salarios. Pero sería infantil aceptar estas pretensiones sin más.
Primero, es un error tratar la defensa de las condiciones laborales como un tema reservado sólo a los autóctonos. Normalmente la inmigración supone la oportunidad de mejorar mucho las perspectivas laborales del trabajador o trabajadora que emigra. Y también se deberían defender sus intereses.
Segundo, aunque obviamente cualquier gran afluencia de personas tendrá un impacto sobre el mercado de trabajo local, este impacto no tiene porqué ser necesariamente negativo. El antropólogo Ubaldo Martínez Veiga encontró que en lugar de competir con trabajadores autóctonos para los mismos empleos, los trabajadores inmigrantes suelen ocupar puestos en sectores complementarios.
Debido a su intención de quedarse poco tiempo en el país y ahorrar dinero para enviar o llevar físicamente a casa, suelen estar dispuestos a hacer trabajos que por sus condiciones laborales, turnos, etc., los nativos normalmente rechazan. Incluso es probable que ciertos subsectores de empleo (como por ejemplo los invernaderos con altas temperaturas) sólo son económicamente viables gracias al empleo inmigrante.
Los inmigrantes no son los responsables de la precarización del empleo, tal y como sugieren algunos en la izquierda, aunque sí son los que más sufren la precariedad. El mercado laboral se flexibilizó, principalmente, antes de mediados de los 90, cuando todavía la inmigración era escasa. Además, la precariedad se ha extendido a todos los sectores, incluso a los en que casi no trabajan inmigrantes.
Otro estudio clave, del sindicalista Miguel Pajares en 2007, descubrió que tampoco bajan los salarios en los sectores laborales donde el trabajo inmigrante se ha sumado al trabajo nativo.
En el sector que emplea más mano de obra inmigrante, la construcción, los salarios pactados por convenio aumentaron más de lo general (un 24% desde 2000; el promedio fue del 21,4%). Y este crecimiento no fue menor que en el período anterior, cuando había la mitad de trabajadores extranjeros. Lo mismo pasa en la hostelería, el segundo sector con más empleo extranjero.
Si hay problemas laborales relacionados con los inmigrantes, éstos no son fruto de la inmigración sino de su criminalización. Ésta obliga a un importante número de inmigrantes a trabajar en el “sector sumergido” y hace que otros dependan de la buena voluntad de sus patronos para renovar su permiso de residencia y evitar así la expulsión.
El resultado es hacer más difícil que los inmigrantes se sindicalicen y luchen. También crea una situación donde la división entre los nativos y los inmigrantes se corresponde con las divisiones reales en el seno del trabajo, creando así la base para el racismo y la xenofobia.
Lamentablemente, cuando los gobiernos han querido explotar estas divisiones —por ejemplo con la Ley de Extranjería de 2000, que quitó a los sin papeles el derecho a asociación y huelga— los sindicatos mayoritarios han hecho poco para impedirlo. Peor aún, a veces han colaborado en la criminalización de la migración, como cuando la UGT propuso retrasar la entrada libre de rumanos y búlgaros en el mercado laboral español. Deberíamos oponernos frontalmente a estas posturas “proteccionistas” para asegurarnos de que la inmigración no sea un campo abonado para conflictos futuros.

Por un mundo sin fronteras

La necesidad de acabar con la criminalización de los inmigrantes dentro del Estado es un motivo para oponerse a los controles de inmigración. También lo son las miles de personas que mueren intentando entrar en el país. Según la UE, 10.000 africanos han muerto intentando acceder a las Islas Canarias en los últimos años.
Normalmente estas muertes son tratadas de “accidentales” o hasta de “naturales” (“víctimas del mar”, etc.). Nada más lejos de la realidad. Son el producto de un modelo migratorio que impide el paso seguro (y sin la mediación de mafias poco escrupulosas) de un lugar a otro.
Las cifras de muertos se han disparado desde el refuerzo de las barreras y la vigilancia alrededor del Estrecho así como de Ceuta y Melilla, y la firma de acuerdos de control migratorio entre el Estado español, la UE, Marruecos y Mauritania. El resultado ha sido que la única vía factible para los africanos que quieren entrar en Europa es la larga y peligrosa ruta marítima desde el África subsahariana, con todos los efectos trágicos que esto conlleva.
Se puede objetar que la abolición de las fronteras traería una gran afluencia de personas y una presión insoportable sobre los recursos. La experiencia, no obstante, arroja serias dudas sobre esta hipótesis.
Primero, existen buenos indicios de que el mercado laboral internacional se autorregula, al igual que cualquier otro mercado. Es decir que, según la teoría liberal, la demanda determina (aproximadamente) la oferta, y viceversa.
Tanto la mencionada explosión de la inmigración en el siglo XIX, como el aumento mucho más reducido en el Estado español en la última década, fueron provocados por la importante expansión de la economía en dichos periodos (la cual en el caso español no creó trabajos de calidad pero sí trabajos.)
En cambio, cuando ocurre lo contrario —por ejemplo cuando millones de personas perdieron su empleo durante la gran crisis mundial de los años 30— los flujos migratorios casi desaparecen. Desde el comienzo de la crisis actual, ha habido un descenso de inmigrantes interceptados en el mar.
Ocurren estas cosas porque sencillamente la gente no quiere viajar medio mundo para estar en paro. Incluso en momentos de boom existen reticencias a emigrar porque, en palabras de una analista, “la mayoría de las personas no quieren desarraigarse, abandonar a sus familias y sufrir las penurias y riesgos de la migración en un lugar extraño y posiblemente hostil, para hacer el trabajo sucio de los nativos”.
Todo esto nos invita a pensar que no habría grandes flujos de personas si se acabase con las fronteras. También es importante destacar algo ya implícito en los planteamientos anteriores: que los muros y alambres no son un freno para las personas que están desesperadas por entrar (entre ellas las que huyen de la persecución política, es decir, los refugiados políticos, los cuales son “invisibles” en la política migratoria española).
La experiencia europea de los últimos años confirma esta conclusión. El levantamiento de las fronteras internas de la UE no ha conllevado desplazamientos masivos de personas, a pesar de existir importantes desigualdades sociales entre sus países integrantes (incluyendo los distintos modelos de Estado de bienestar entre, por ejemplo, el escandinavo y el mediterráneo). Donde sí ha habido un movimiento importante, por ejemplo de polacos que han ido a trabajar en Gran Bretaña, la tendencia ha sido de retorno voluntario después de un corto período de tiempo.
Por último, es un gran error pensar en los inmigrantes como unos simples receptores de recursos. Cada nuevo trabajador también crea más riqueza. La gran expansión económica mundial de la segunda mitad del siglo XIX, la más grande de la historia, fue en parte fruto de la gran migración de personas antes descrita, en una época de mucho menor control fronterizo.
Durante los últimos años la inmigración al Estado español ha ayudado a mantener a flote sectores de la economía difícilmente sostenibles de otra manera, lo cual también ha tenido un efecto dominó positivo sobre el mercado de consumo, el mercado de equipos de producción, etc.
El resultado es que la inmigración sí ha reforzado la economía, por mucho que el PP —y no pocos del PSOE— lo quieran menospreciar.

Las élites y los controles
Estas últimas señalizaciones demuestran que la inmigración no es un juego en el que lo que ganan los empresarios lo pierdan los trabajadores (¡como ocurre en la mayoría de los aspectos de vida!). Por esta razón, a menudo se encuentra a sectores de la clase dirigente defendiendo, al igual que la izquierda más consecuente, la entrada de inmigrantes en el país.
No obstante, paradójicamente, toda la clase dirigente también tiene interés en atacar a la inmigración. Así pueden fomentar los sentimientos xenófobos entre la clase trabajadora y de este modo dividirla y unirla a su clase dirigente “nacional”. Según Marx, el racismo antiirlandés en la Inglaterra del siglo XIX fue “el secreto de la impotencia de la clase trabajadora” inglesa.
El hecho de que existan estos intereses contradictorios en la clase dirigente hace que a veces ésta se divida sobre las políticas a aplicar (más regularizaciones o menos, discursos en contra de la inmigración o a favor,…). Estas discrepancias han quedado reflejadas, hasta hace poco, en las posturas algo distintas de los dos grandes partidos (el PSOE, al igual que la patronal, primaba la necesidad de más mano de obra, y el PP ha optado por la vía del control y el miedo).
Dicho esto, el reciente endurecimiento de las posturas del gobierno hacia la inmigración implica un mayor consenso político entorno al uso de los inmigrantes como chivos expiatorios de la actual crisis, algo que, como hemos visto en Francia, conlleva grandes peligros. Además, no existe un debate serio entre la clase dirigente acerca de la conveniencia de acabar con la gran bolsa de sin papeles que trabaja en el país, ya que éstos resultan ser más rentables para el capital.
La visión negativa promovida por las instituciones políticas y mediáticas está aceptada en parte por mucha gente de a pie. Es algo que no nos debería sorprender pues la mayoría de las noticias sobre la inmigración son negativas (según un estudio del año 2000, en un trimestre las noticias negativas representaron el 62,6% de todas las noticias sobre la inmigración, y las positivas sólo el 13,5%.)
No obstante la clase trabajadora no se beneficia del racismo y la xenofobia. Cuando está más dividida por estas cuestiones, como en los estados sureños de EEUU durante el auge del Ku Klux Klan, todos los trabajadores pierden. En este caso histórico, la división entre trabajadores blancos y negros impidió la actuación sindical, empeorando las condiciones laborales de todos y convirtiendo los salarios de la zona en los más bajos del país.
En cambio, cuando la clase trabajadora supera las divisiones étnicas y nacionales es cuando más se avanza. Ejemplo de ello es la lucha antifranquista de los 70. Entonces, a pesar de ser tratados de manera no tan distinta a los inmigrantes extranjeros hoy, los inmigrantes andaluces, múrcianos, etc., residentes en Catalunya lucharon por la autonomía de este país. Mientras, los trabajadores catalanes, vascos y gallegos hicieron paros de solidaridad con sus hermanas y hermanos del resto del Estado. En este contexto no sólo avanzó la lucha obrera, sino que se minaron las actitudes discriminatorias en su seno.
Son las grandes luchas de clases, como en este último ejemplo, las que más pueden hacer retroceder las divisiones entre inmigrantes y nativos. Pero mientras tanto debemos oponernos a todos los mitos creados sobre la inmigración, y a las fronteras asesinas que nos separan.
http://www.enlucha.org/

8 comentarios:

Anónimo dijo...

OK OK OK .... SEÑORES ESPAÑOLES PORQUÉ USTEDES MENCIONAN QUE ESTÁN FRENANDO LA MIGRACIÓN A SU PAÍS DEBIDO A QUE "YA NO CABEMOS"????

Y CUANDO USTEDES CON SUS BENDITAS CARABELAS VINIERON A LA AMÉRICA, LOS "INDIOS" NO LES RESPONDIERON DE IGUAL MANERA: "YA NO CABEMOS, VÁYANSE!"?????????????

ATTE,
CIUDADANO SALVADOREÑO.

Anónimo dijo...

Vosotros si vivierais en este país, os enterarais que algunos no somos racistas. Pasa que vienen personas extranjeras que solo vienen a delinquir a vivir del hampa y nosotros las personas honradas somos quienes nos lo pasamos peor, porque vosotros aunque no lo compartís, estáis mejor acostumbrados a esto.
Yo creo que la inmigración aporta muchas cosas buenas pero, esta tiene que ser ordenada y selectiva.
Mis padres inmigraron a Holanda pero fue con un contrato de trabajo, no fue ilegal, como los que entran en pateras. Con vosotros los suramericanos tenemos pocos problemas de convivir, pero si hablamos de africanos que no quieren ni hablar español; de tíos del este que solo vienen a chulearnos, esta chungo el tema.

La crítica está bien pero hereje creo que te has pasado tío, seguramente te das por aludido ¿verdad?
Palafox.

Rioplatense dijo...

Respuesta inmediata de un turolense-cordobés-guanaco:

Seguramente vos sos uno de esos Loros del PSOE, que hablan sin tener ni puta idea que es ser inmigrante legal o ilegal. Tengo muchos amigos republicanos que vivieron en Francia años antes de la transición, y me cuentan los vilipendios usados por los galos contra ustedes los llamados “españoles”. Este colega me contaba que desde que trabajaba arrancando patatas en Lion, el término peyorativo “españoles de mierda” incluso en este nuevo siglo, todavía no lo han logrado borrar del léxico francés.

Yo creo que así como lo dice el video del Youtube, ustedes los que pregonan una inmigración ordenada y selectiva, seguro nunca han salido ni de turistas a otro país. Te recomiendo salir, andá a Estados Unidos, Argentina, Alemania, Holanda, Suecia y preguntá sinceramente que piensa esa gente de España. Aunque yo no lo comparto, la mayoría en estos países opina que España es un país machista, analfabeto, inculto, sucio, pobre, retrasado, etc, etc. ¿Y de ser así, entonces de que presumen los “españolitos” pues?

Los inmigrantes hemos hecho crecer en los últimos 10 años esta economía a niveles difícilmente alcanzables por los nacionales. Cómo pueden ser tan bestias y echarnos la culpa de todos los males económicos que tienen actualmente; si los verdaderos culpables son los fascistas del PP y los hipócritas del PSOE que han originado esta crisis a raíz de apostar por sistemas neocapitalistas. Además no sé como ustedes tienen cojones de llamar sub normales a Catalanes, y Vascos si ustedes son igual de separatistas-nacionalistas. O acaso estos últimos, al igual que los “españolitos”, no abogan por un estado soberano, en el que se respete su lengua, cultura, política, etc? Los españolitos son iguales o peores que cualquier otro ultra nacionalista. Como puso hereje, te lo repito yo, la xenofobia es sinónimo de ignorancia, flaco.

¡Papeles para todos ya!

Anónimo dijo...

ENTIENDO QUE PUEDAN HABER INMIGRANTES QUE POR SU CULTURA O IDEOSINCRACIA, LLEGUEN A DELINQUIR A ESPAÑA U OTROS PAISES RICOS, PERO QUIÉN MANDÓ A DELINCUENTES (LES ABRIERON LAS CÁRCELES) A AVENTURARSE A "EXPEDICIONAR" PARA CONQUISTAR LAS FAMOSAS INDIAS ORIENTALES, QUE AL FINAL FUE LA AMÉRICA NUESTRA??? LA AMÉRICA DE "INDIOS", Y NO LES DIJIMOS FUCHI! VÁYANSE, YA NO CABEMOS!!???

A LO QUE ES DEL CÉSAR AL CÉSAR ....

SI HAY INMIGRANTES DELINCUENTES EN SU PATRIA, TIENEN DERECHO A SACARLOS, LO QUE NO PUDIMOS NOSOTROS POR NO TENER BAYONETAS "INDIAS", PERO SI LA GENTE HONRADA QUE LLEGA POR UN FUTURO DE PAZ Y TRABAJO, USTEDES TIENEN LA OBLIGACIÓN DE ACOGERLOS, EN RAZÓN A LA SIMIENTE ESPAÑOLA QUE NOS HEREDARON!!

O SINO, ESTÁN EN LA OBLIGACIÓN DE QUE LOS ACTUALES GOBIERNOS ESPAÑOLES Y OTROS EUROPEOS, -PRESIONEN REALMENTE- A QUE HAYA UN CAMBIO VERDADERO EN LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS Y SOCIALES EN LA AMÉRICA QUE "CONQUISTARON"!!

¿ NO ES JUSTO, SEÑORES ESPAÑOLES ?

ATTE,
CIUDADANO SALVADOREÑO.

Anónimo dijo...

AL INMIGRANTE QUE VIOLE LAS LEYES, TIENEN DERECHO DE SACARLO, PERO AL QUE INMIGRA A ESPAÑA U OTRO PAÍS DE EUROPA, TIENEN LA OBLIGACIÓN DE DARLE ACOGIDA MIGRATORÍA, POR UNA SENCILLA RAZÓN, QUIÉNES NOS DEJARON SU CULTURA Y PROBLEMAS SOCIALES, ECONÓMICOS (POBREZA) EN LA AMÉRICA "CONQUISTADA"??? EN 1492, QUIÉN LES ABRIÓ LAS PUERTAS DE LAS CÁRCELES A "MARINEROS" PARA EMBARCARSE A UNA "EXPEDICIÓN" REAL A LAS SUPUESTAS INDIAS ORIENTALES, QUE AL FINAL RESULTÓ LA AMÉRICA VÍRGEN Y VOLUPTUOSA???

TAMBIÉN USTEDES ESPAÑOLES Y SU GOBIERNO, ESTÁN EN LA OBLIGACIÓN DE PRESIONAR REALMENTE A LOS GOBIERNOS COMO EL SALVADOR, PARA QUE ESTE VELE POR SUS GOBERNADOS Y NO TENGAN QUE EMIGRAR SUS CIUDADANOS A ESPAÑA U OTROS LUGARES, POR RAZONES ECONÓMICAS Y SOCIALES!!

¿ NO ES JUSTO ?

¿ QUIÉNES DEJARON LA SIMIENTE ESPAÑOLA REGADA EN PARTE DEL TERRITORIO AMERICANO ?

NOTA: AMERICANOS SOMOS TODOS LOS QUE NACIMOS Y VIVIMOS EN AMÉRICA, NO SE TRAGUEN LA PÍLDORA GRINGA DE QUE ELLOS SON LOS "AMERICANOS".

ATTE,
CIUDADANO SALVADOREÑO.

Anónimo dijo...

ciudadano salvadoreño, mehima, rioplatence, hereje, el sujeto anterior todos son la misma honda, quisas defiedenden un sistema que no logran comprender, por no tener religion ni principios.
las izquierdas como el comunista de zapatero, caso gays, lesbianas, esta en contra de la iglesia, esta a favor de la marihuana, sus parlamentarios son ateos, legaliza el aborto, le dio la espalda a bush en un acto importante. eso quieren en el salvador, un gobierno sin principios ni conducta como el funes que quiere darle pastillas a las niñas de 10 años para que bayan a tener sexo.
yo amo a mi patria y digo no a los mareros a la deprabacion y al aborto.
si usted ama a su tierra amigo publique este comentario y permita que la gente se de cuenta de la verdad.

un ciudadano preocupado extranjero, pero decente.

Anónimo dijo...

AL INMEDIATO ANTERIOR:

NO SEÑOR, NO QUIERA CAMBIAR EL SENTIDO DE MIS INQUIETUDES Y LA DE MUCHOS SALVADOREÑOS, DENTRO O FUERA DE EL SALVADOR .... A USTED SE LE NOTA UNA CARACTERÍSTICA IDEOLÓGICA PARTIDARISTA DE DERECHA. LÁSTIMA QUE NO VIVA EN MI EL SALVADOR PARA QUE VEA "CON SUS PROPIOS OJOS", LO QUE SU AMADO GOBIERNO LE ESTÁ HACIENDO A LOS SALVADOREÑOS ... SE LO MENCIONO PORQUE POR LO QUE VEO USTED IGNORA SOBRE EL "COMUNISMO" ADUCIENDO IDEOLÓGICAMENTE DE "COMUNISTA" A QUIEN ES DE IZQUIERDA, SIMPLEMENTE POR DESCALIFICAR A SU OPOSICIÓN .... EN REFERENTE A A MAURICIO FUNES O FUNES, COMO USTED LO MENCIONA, NUNCA HA DICHO "DARLES" PASTILLAS A LAS NIÑAS DE "10" AÑOS, SE LO DIGO PORQUE YO LO HE MONITOREADO TODO EL TIEMPO, AL CONTRARIO EN EL MUNICIPIO DE SACACOYO, DEPTO. DE LA LIBERTAD, EL SALVADOR, MAURICIO FUNES DIJO QUE EN ESTE PAIS, EL SALVADOR, A LA POBLACIÓN HAY QUE EDUCARLA Y DARLE EDUCACIÓN ESPIRITUAL DE SU SER, ASÍ "EVITAREMOS" EL DESPLOME DE LA SOCIEDAD SALVADOREÑA (ABORTOS, VIOLACIONES, ASESINATOS, ETC, ETC).

ES MÁS HASTA "PASTORES EVANGÉLICOS" LÍDERES DE IGLESIAS EVANGÉLICAS LE PREGUNTARON AL RESPECTO, DE CÓMO PIENSA O CONTRIBUIRÁ A LEVANTAR CON AYUDA DE DIOS, A EL SALVADOR.

ASÍ ES QUE SUS "SUPUESTOS" TEMORES, AL COMENTARISTA ARRIBA, SON FALSOS Y DE MENTIRA!

Y ME EXTRAÑA PORQUE USTED QUE SE SUPONE ES CONOCEDOR DE LA PALABRA DE DIOS, TERGIVERSE LA VERDAD USANDO "MENTIRAS", LAS QUE DIOS ABORRECE!!

ATTE,
CIUDADANO SALVADOREÑO.

MAHIMA dijo...

muy buen tema, y tambien muy buena fecha, en la que se esta celebrando el "dia de el niño" en nuestro pais, pero la pregunta es, quien es el niño que si lo celebra, si a la mayoria se le estan violando su derechos, los cuales no tiene educacion, salud, alimentacion expuestos a violaciones etc. que tienen que celebrar?, pero como por ahi anda un ardido que no quiere que se le digan la verdades la de que su gobierno esta en la obligacion de cumplir y que para eso se le aprueban presupuestos que nadie sabe donde esta todo ese dinero, o qizas fue uno de esos tantos niños que se le violentaron la mayoria de derecho por ejemplo claro el de educacion, ummm pues por eso opina de esa manera, ahora entiendo, pero bueno no olvidemos que nuestro niños estan aguantado hambre y frio y que un rio que se esta usando en propaganda(lo van a envovedar y haran canchas enciamaa. jeje) no va a solucionar el problema de ellos,,
saludos a todos..